Ricardo Dudda: “La izquierda no es hoy tan rebelde porque culturalmente se ha impuesto”
Es díficil de definir, pero cada vez son más los ejemplos que demuestran su existencia: desde polémicos ponentes vetados en Universidades hasta aseos públicos mixtos para no ofender a la minoría transgénero, pasando por la prohibición del cuento de Caperucita por “sexista” en colegios de Cataluña, las trigger warnings –advertencias previas a un texto o una película que alertan de su potencial carácter ofensivo–, la censura de cuadros, monólogos, anuncios y canciones o las carambolas para lograr un lenguaje inclusivo.
La corrección política nació con un objetivo bienintencionado –acabar con las discriminaciones de colectivos minoritarios– pero sus excesos, en palabras del ensayista y actor británico Stephen Fry, uno de los rostros públicos más críticos con la P.C. (por sus siglas en inglés), han generado un escenario de “certidumbres absolutas, un ‘o con nosotros’ o ‘contra nosotros'” y un binarismo dogmático extendido por diversos sectores –especialmente, universidades anglosajonas, con Berkeley a la cabeza– de la sociedad. Y a analizar la historia –la idea de consenso social no es nueva, pero algunos de sus riesgos sí–, las buenas intenciones y los perjudiciales excesos de la political correctness se ha dedicado el periodista Ricardo Dudda (Madrid, 1992) en “La verdad de la tribu: la corrección política y sus enemigos” (Editorial Debate).
Llamada “dictadura progre”, “marxismo cultural” o “macartismo de izquierdas” por unos, a la vez que negada jocosamente por otros, lo que queda claro es que el debate en torno a este asunto amenaza, o al menos cuestiona, pilares fundamentales de las democracias liberales como el debate abierto, el rol de las instituciones o la idea de comunidad. Algunos politólogos aseguran que el ambiente polarizado que genera la corrección política ha contribuido al crecimiento de una derecha populista que se define a sí misma como una reacción al hartazgo provocado por esta “nueva Inquisición”. Por ello, UND_R CONSTRUCTION entrevista a Ricardo Dudda para analizar las virtudes y peligros de la corrección política, la vigencia –o no– de la moderación y ese espacio gris que se extiende y se contrae entre el “buenismo” y el insulto camuflado como rebeldía.
Elaboración y redacción: Javier Corbacho Galán
Fotografía: Álvaro Rincón Sanz